La clave fundamental para llegar a ser
más empático es que aprendamos
a ponernos en el lugar del otro, para ello tenemos que dejar de ser nosotros por un
momento y entendiendo los miedos y deseos de tu interlocutor, sin estar
pendiente de lo que vas a decir a continuación.
Es parecido a meditar. Para verlo más claro, veamos
algunas formas de conseguirlo.