El que
seamos capaces de establecer límites en nuestra vida y el llegar a cumplirlos es
básico, ya que nos ayudará a demarcar a aquellas relaciones que mantenemos con
las personas que nos rodean, pero también y no menos importante, nos ayudará a
no olvidarnos de lo que queremos y de quienes somos. Si no somos capaces de
poner límites, dejaríamos que nuestra vida se mueva al compás que marquen los
demás.
Como es
natural, nos encontraremos con personas que estén acostumbradas a controlarnos
o manipularnos, generalmente, son estas personas con las que a su vez ,
mantenemos lazos más estrechos y no queremos herir sus sentimientos y por tanto
resulta más complicado el llegar a manejar dichas situaciones.