lunes, 15 de febrero de 2016

Aprende a tomar buenas decisiones: conoce algunas de las claves.

Todo el mundo nos hemos encontrado con alguna dificultad a la hora de tener que tomar una decisión, sintiéndonos paralizados ante las distintas alternativas. Esto suele ocurrir por nuestro miedo a la perdida, pues al tener que elegir una de las alternativas, tenemos que renunciar a las otras. También puede ser debido a nuestro miedo al cambio, a avanzar y a las consecuencias que tendrá nuestra decisión.



Diariamente tomamos decisiones, algunas de ellas son más fáciles que otras, e incluso algunas las tomamos de forma automática. Pero existen decisiones más complejas para las que necesitamos más tiempo para elegir el camino que vamos a tomar. Generalmente somos conscientes de que mientras no tomemos una decisión, las demás seguirán disponibles y este es el principal motivo de que nos estanquemos y nos sintamos inseguros temporalmente.



Entre los métodos más usados en la toma de decisiones, es pararnos a pensar en lo positivo y negativo de cada opción y valorar las consecuencias que tendría su elección. Pero con este método nos sentimos confundidos, ya que tenemos demasiadas opciones que tener en cuenta por cada decisión que tomemos y es por el miedo a la perdida de las demás alternativas el que prolonguemos nuestra toma de decisión.



Otro problema ante el que nos enfrentamos con las decisiones es el de arrepentirse una vez las hayamos tomado, lo cual generalmente no suele ser posible su cambio, generando angustia y malestar. Aquí es importante el que aprendamos a aceptar las decisiones que hemos tomado, asumir que las hemos elegido, que no siempre podemos volver atrás por tanto lo ideal es que pensemos que la decisión que tomamos ha sido la más conveniente en ese momento y dejar de dudar sobre ella.








Algunas estrategias en la toma de decisiones:

-Mantener la calma: las emociones negativas pueden nublar nuestro criterio, por tanto el estar lo más tranquilos posible es lo ideal. Si las emociones negativas perduran, lo mejor es postergar la toma de decisión hasta que nos encontremos más relajados y veamos las cosas con mayor claridad.


-Aceptar que no podemos tener todo: es imposible saber cuál fue la mejor decisión, ni como seria el futuro si hubiésemos elegido otra de las posibilidades, por tanto no viene al caso pensar en “que hubiese ocurrido si”, ya que lo único que genera es malestar y en este caso lo positivo es vivir en el presente.
-Escoger  nuestras batallas: es importante saber en que vamos a gastar nuestro tiempo y esfuerzo. Para ello es importante preguntarnos si la decisión a tomar es realmente importante y si repercutirá en nuestras vidas. A veces nos obsesionamos en decisiones triviales, gastando nuestro tiempo y  dejando aparcadas otras que son más importantes.
-Sopesar las pérdidas frente a las ganancias: esta parte es fundamental a la hora de elegir la alternativa final entre todas las disponibles. Es recomendable que pensemos en los efectos que tendrá cada una de las decisiones y quedarnos con aquella que nos aporte mayor beneficio y menos riesgo. Hacer un listado por escrito nos facilitará esta tarea.
-No darle demasiadas vueltas a las cosas: No por pensar demasiado en nuestras opciones nos va a facilitar la toma de decisión, pues puede ocurrir el efecto contrario y crearnos mayor confusión.
-Imaginemos que aconsejamos a un amigo: de esta forma tomaremos otra perspectiva sobre nuestra decisión al verla como algo externo, que no nos afecta directamente y nos sentiremos más tranquilos a la hora de “aconsejarle”.
-No prolonguemos la toma de decisiones: es cierto que debemos evaluar todas las alternativas, pero como se ha comentado anteriormente, prolongar este paso final, es hacer que sea más difícil darlo.
-Confiemos en nuestra propia experiencia: El psicólogo Daniel Gilbert, estudia los sesgos cognitivos que usamos para tomar decisiones. Según él, no podemos predecir lo que nos hará más felices, y que en caso de no tener la experiencia o conocimientos necesarios para tomar una decisión, siempre podemos acudir a otra persona que tenga experiencia en este tipo de situación.  
-Confiemos en nuestra intuición: se trata de no ignorar la primera impresión o los sentimientos que nos provoca, pero siendo cautelosos en no ser demasiado impulsivos.
-Tengamos preparado un plan B: de esta forma si la decisión no sale tal y como habíamos imaginado, estaremos más preparados para afrontarla con la otra alternativa.







Fuentes:
-http://www.psychologytoday.com/blog/contemporary-psychoanalysis-in-action/201411/why-making-decision-can-be-so-difficult
-http://psychcentral.com/blog/archives/2014/02/03/do-you-have-difficulty-making-decisions/
-http://tinybuddha.com/blog/how-to-make-a-difficult-decision-30-tips-to-help-you-choose/

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario