martes, 2 de febrero de 2016

Qué es la ansiedad anticipatoria y cómo manejarla.


El miedo es una emoción adaptativa ya que nos protege sobre ciertos acontecimientos que son dañinos para nuestra supervivencia, pero de la mano del miedo, surge otra emoción, la ansiedad.

La ansiedad aparece debido a que nuestro cerebro  suele ir más allá y nos anticipa posibles errores, desastres o problemas que podamos encontrarnos en nuestro camino. Surge de una manera natural, casi automática de hacer balance entre los pros y contras que lleva asociada cada situación, pero cuando esta forma de pensar la convertimos en un hábito, entonces es cuando aparece el problema.






Desde que somos pequeños hemos anticipado acontecimientos, pero a medida que vamos madurando, hemos acumulado mayor número de experiencias tanto negativas como positivas y en la medida en que acumulamos más pensamientos negativos, fruto de nuestras vivencias, la anticipación de determinados acontecimientos nos genera ansiedad. A esta ansiedad, es la que llamamos “ansiedad anticipatoria”.

Como hemos comentado anteriormente, la mayoría de las veces no somos conscientes de cuando estas ideas se ponen en funcionamiento, pero la buena noticia, es que al ser seres racionales, podemos manejarlas y controlarlas de manera consciente.

A continuación, vamos a ver cinco sencillos pasos para atenuar dicha ansiedad y empezar a controlarla:
  1. Minimicemos las emociones negativas interrumpiendo el circulo vicioso que las produce: cada vez que nos surge un pensamiento, nos genera una emoción, por tanto si dichos pensamientos son negativos o llenos de ideas catastrofistas, acabaremos ansiosos y más nerviosos. ¿De que forma podemos pararlo?, pues el primer paso es que descubramos que tipo de emoción nos genera cada una de las ideas negativas que tenemos, y sólo entonces, tratar de calmarnos. Para ello tomemos un respiro profundo y relajémonos. Por ejemplo, si antes de un examen o de una cita, pienso que voy a suspender o que no les voy a gustar, y eso me genera nerviosismo, primeramente tomemos un respiro profundo y una vez calmados, pensemos qué es lo que nos lleva a pensar así. Quizas sea un cumulo de experiencias negativas, pero no siempre todo tiene el mismo final, piensa que nuestros pensamientos nos pueden predisponer al fracaso, intenta cambiar estas ideas negativas por otras neutras, como del tipo “todo va a salir bien".
  2. Intentemos detectar esos pensamientos negativos: hazte la pregunta ¿En qué piensas? Y si ello te ayuda, anota esas ideas sobre un papel. Te darás cuenta que la mayoría de las veces solemos centrarnos más en las cosas malas que en las buenas, y es esta forma de pensar la que nos lleva a tener este tipo de ansiedad. Para que esos pensamientos negativos carezcan de fuerza, tenemos que desmoronarlos, que es el punto siguiente.
  3. Desmorona los pensamientos negativos: una vez escrito sobre el papel esos pensamientos negativos, tomemos uno a uno y pensemos que si fuesen ciertos, que final se podría esperar. Por ejemplo si suspendemos el examen del ejemplo anterior ¿Qué puede pasar en el peor de los casos? ¿Cómo nos llegaríamos a sentir? ¿tiene solución? ¿tan terrible es?. A veces nos imaginamos escenarios mentales que en la vida real no son tan malos como lo suponemos, simplemente el tener tantas ideas negativas nos hace magnificar las consecuencias y es eso lo que nos provoca tanto miedo.
  4. Intentemos cambiar nuestro foco de atención: para llegar al punto de eliminar nuestra ansiedad anticipatoria, es necesario que cambiemos nuestra actitud hacia ella, combatir con ella. ¿De qué forma? La ansiedad se alimenta de nuestros pensamientos negativos, vive gracias a que la alimentes de ellos, para poder eliminarla tienes que darle todo lo contrario a su dieta, dale pensamientos positivos. Es bueno prepararse para lo peor, pero una vez que tengamos todas las herramientas y estemos preparados para ello, dejemos de lado el final negativo y centrémonos en todo lo bueno que nos puede ocurrir. Ya tienes el escudo, asi que llénate de positividad.
  5. La incertidumbre existe, acostumbrémonos a ella: la vida es incierta, mientras antes lo asumamos, mejor nos ira. Si la vida es incierta y no la puedes controlar ¿Por qué te preocupas?.  Mira a la incertidumbre como algo más que te acompaña a ti y a cualquiera en su día a día, réstale importancia y que déjala que forme parte de tu vida. Mientras tanto céntrate en el aquí y ahora en lugar de perder el tiempo anticipando algo que quizás nunca llegue a ocurrir.

La vida es caminar, nadie sabe a ciencia cierta su camino, simplemente sigue caminando.


1 comentario:

  1. Me parece un tema muy interesante. Es una realidad que ocurre a la mayoria de las personas, tratar de controlar absolutamente todo nuestro entorno para que nada (malo) nos pueda sorprender. Al final, sin darnos cuenta, se transforma en una obsesión. Muy buenos consejos . Gracias.

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